jueves, 7 de julio de 2011

Los maestros más importantes

"Nos encontrábamos en la clase de cuarto grado de la señorita Tacy, repasando las tablas de multiplicación, recuerda John Maxwell, cuando levanté la vista y vi que mi padre entraba al salón de clase.
- "Señorita Tacy -escuché a mi padre decir-, pienso salir de viaje mañana, y me voy a llevar a John conmigo alguno días para enseñarle" -no podía creerlo. ¡Iba a faltar a la escuela y pasar tiempo junto a mi papá! Por poco brinco sobre mi silla.
Papá continuó diciendo:
"Usted ha hecho un excelente trabajo enseñando a John, pero ahora es mi turno por una temporada -entonces se volvió hacia mi y dijo-: Te veré en casa esta noche, John".
Lo que más recuerdo de ese viaje en el Ford Fairlane de mi papá fueron las horas que pasamos hablando de todo: béisbol, baloncesto, eventos y noticias, música, la iglesia, la escuela y sobre mis amigos. Era la primera vez que tuve a mi padre para mí solo.

viernes, 1 de julio de 2011

Claves esenciales para una adecuada educación afectivo-sexual

(Con este capítulo damos por concluído este curso autoformativo, lo cual no quiere decir que no vayan a aparecer nuevos artículos en este blog sobre este contenido.
Estará basado en lo esencial de cada uno de los capítulos publicados, fundamentalmente, y en otras aportaciones que lo vayan complementando.
Las imágenes son todas bajadas de la red).
PUNTO DE PARTIDA:
En todos los capítulos anteriores hemos tratado de ver y reflexionar sobre la educación afectivo-sexual desde sus POTENCIALIDADES (presentando todo cuanto hay en ella que pueda ayudar a una educación integral de nuestros hijos e hijas -lo afectivo-sexual no está al margen ni es nada extraño a la formación y desarrollo personal de nuestros hijos e hijas sino que está con todo ello íntimamente relacionado), FINALIDADES (expresión de afectos, donación al otro, comunicación plena y transmitir la vida: dar origen a un nuevo ser humano) y PERSPECTIVA POSITIVA (descubriendo los enormes beneficios de una educación afectivo-sexual trabajada con sencillez, franqueza, naturalidad en el trato,... aunque, eso sí, siempre desde la reflexión necesaria, honestidad y sentido de la responsabilidad para poder desarrollar la sexualidad de forma autorrealizante y pueda conducir a la persona por el camino de la felicidad).